domingo, 9 de febrero de 2014

Oraciones impersonales.

UN LLUVIOSO Y TRISTE DÍA EN LA CIUDAD DE MADRID


    Era una fría mañana de febrero. Ese día hacía mucho viento y llovía, pero aún así, la gente salía a hacer sus recados. En la calle había pocos coches, es más casi ninguno. La gente se abrigaba mucho e iban con paragüas. Era temprano y las tiendas se abrían ya. Aunque ese día no tendrían mucha gente comprando, en comparación con otros días. El suelo parecía bastante mojado, aunque no había sido uno de los días más lluvioso. Como era horario laboral, no había tantos coches, por lo que los peatones podían circular mejor. Parece que los coches aparcados a los lados de la calle son de la gente que vive en los bloques de arriba. Parecía que ya se había aclarado un poco el día, por lo cuál las farolas estaban apagadas. Aunque no había apenas coches circulando, los peatones eran muy respetuosos y cruzaban por los pasos de cebra.