martes, 21 de enero de 2014

Romance del INFANTE ARNALDOS

Quién hubiera tal ventura
sobre las aguas del mar
como hubo el infante Arnaldos
la mañana de San Juan
yendo a buscar la caza
para su falcón cebar,
vio venir una galera
que a tierra quiere llegar;
las velas trae de seda
jarcias de oro torzal
áncoras tiene de plata
tablas de fino coral
marinero que la guía
diciendo viene un cantar
que la mar ponía en calma
los vientos hace amainar
las aves que van volando
al mástil vienen posar
los peces que andan al fondo
arriba los hace andar.
Allí habló el infante Arnaldos,
bien oiréis lo que dirá:
- Por tu vida, marinero,
digasme ahora ese cantar.
-Yo no se lo doy a cualquiera,
    tienes que en mi barco montar.
    Primero nos conocemos,
    si no, no te la voy a dar.
    Entonces este se montó,
    fueron juntos a navegar.
    Y cruzaron muchos puentes,
    y no se imponía la mar.
    El infante tiró la red,
    y al marinero hizo enfadar.
    Este se enfadó así,
    por que no pudo bien pescar
    la mar estaba revuelta,
    la red hacía resbalar.
    Por haber tirado la red
    de mi barco debes bajar,
    por que seguiré mi ruta,
    enfrentándome a la mar.